Esta noche en Lima será de STING

"STING atrapará la noche de Lima"

Gordon Mattthew Summer es un nombre que no puede llamarle la atención a mucha gente, pero si simplemente lo llamamos Sting, todo el mundo sabe que nos referimos al mítico líder de la banda The Police, ese trío que consumió nuestras noches a finales de los setenta e inicios de los ochenta.

Me deslumbraron desde que escuché “Roxanne”, la historia de una prostituta, en radio Doble Nueve FM, en el 78, el disco debut del trío, “Outlandos d’Amour”, que incluía verdaderas joyas de su discografía, como el clásico “So Lonely”, infaltable en los tonos sanmarquinos con luces del grupo Acracia, con Rolando Ruiz Rosas y el gurú Miguelón Rodríguez, y El Club de Tobi, de Francisco Carrillo, Eduardo Toche, Henry Mitrani, Juan Damonte y otros ilustres personajes del Patio de Letras de la Centenaria Universidad de San Marcos.

Sting, junto a dos extraordinarios músicos: Andy Summers en la guitarra y el batero Stewart Copeland, llegaron a vender más de cien millones de discos con una fórmula con refrescantes dosis de reggae, punk y destellos de jazz, esta última influencia del bajista Sting. Cuentan que fue Stewart Copeland quien un día le presto su colección de discos de reggae a Sting y con la complicidad de Andy Summers le supieron dar forma al llamado y patentado "Estílo Police".

Los ingleses conquistaron Europa con su disco “Reggatta de Blanc” (1979), con singles como “Mensaje en la botella” y “Walking on the Moon”, y Estados Unidos con el “Zenyattá Mondatta” (1980), con los pegadizos “De do do do, de da da da” o “Don’t Stand so Close to Me”, que pasaba hasta el hartazgo Gerardo Manuel en su inolvidable “Disco Club”.

Sus últimos discos, más orientados al pop, “Ghost in the Machine” (1981), que contiene “Spirits in the Material World” y el entrañable “Every Little Thing She Does is Magic”, cuyo logrado videoclip fue filmado en una isla del Caribe, en el studio de George Martin, el productor de los Beatles.

El último “Synchronicity”, que incluye el himno “Every Breath You Take”, rodeado de una atmósfera de desolación futurista, generó una gira por Norteamérica donde llenaron el Shea Stadium neoyorkino con 70 mil fanáticos. Después, sin mediar ningún comunicado, la banda se disolvió.

Sting tenía gustos musicales más intimistas y orientados a distinta temática, más personal y también más comprometida con los movimientos de defensa del medio ambiente y, lo que dice mucho de su persona, un compromiso real y efectivo con Amnistía Internacional. Por esta razón en sus discos como solista se encuentran cantos a la paz como el conmovedor “Fragile” o la tierna “They Dance Alone” (Ellas bailan solas), dedicada a las madres de los desaparecidos por las dictaduras de Pinochet y Videla. Justamente en 1990 llegó a esos países en la gira de Amnistía con Tracy Chapman, Sinéad O’Connor, Bruce Springsteen y Peter Gabriel.

Se me humedecieron los ojos cuando Sting interpretó ese tema y subieron las madres de los desaparecidos con sus pañuelos blancos, carteles con las fotos de sus hijos perdidos, y el cantante bailó con ellas. El concierto se iba a organizar en el Estadio Nacional de Lima, sin embargo la demencial ola terrorista de Sendero hizo que los organizadores lo trasladaran a Santiago. Después de veintiún años recién Sting podrá tocar en la capital del Perú.

Su gira “Symphonicities” incluye los mejores clásicos de sus épocas de The Police y, por supuesto, las joyas de su material como solista. Todo esto acompañado nada menos que de la Orquesta Sinfónica Nacional.

Serán alrededor de tres horas en que ingresaremos al túnel del tiempo, pero también al presente de un músico de primer nivel. Sospecho que la de hoy será una velada como la que disfruté con Peter Gabriel o el gran Roger Waters. Inolvidable, histórica. Allí nos vemos. Apago el televisor.

Fuente (Columna "Pico TV" por el "Buho"): http://trome.pe/actualidad/717866/noticia-noche-sting
Edición y adaptación por: José_Perú